En medio de la devastación causada por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en la Comunidad Valenciana, dos niños de 11 años, Neizan e Izan, han emergido como símbolos de solidaridad y esperanza. Vecinos de Picaña, estos mejores amigos no solo han enfrentado los estragos del desastre natural, sino que también han decidido ayudar a su comunidad repartiendo comida y agua a las personas más afectadas.
Su historia ha conmovido a miles de personas en redes sociales y medios de comunicación, convirtiéndose en un fenómeno viral que ha capturado la atención nacional.
El Inicio de una Misión Solidaria
La tragedia golpeó fuertemente a Picaña, dejando calles inundadas y hogares destruidos. Sin embargo, Neizan e Izan no se quedaron de brazos cruzados. Armados con un carrito lleno de provisiones donadas por una ONG local, estos pequeños héroes recorrieron las calles embarradas ofreciendo alimentos, agua y productos esenciales a quienes más lo necesitaban, especialmente personas mayores que no podían salir de sus casas.
A pesar de que ellos mismos sufrieron las consecuencias del desastre —la casa de Izan quedó gravemente afectada— su espíritu solidario no se vio mermado. Con guantes y botas para sortear el barro, los niños gritaban por las calles: “¡Agua, comida, macarrones! ¡También tenemos leche y mascarillas!”
Viralidad y Reconocimiento Nacional
La historia de estos pequeños héroes no tardó en hacerse viral. Captados inicialmente por las cámaras del programa El Chiringuito y posteriormente entrevistados en TardeAR por Ana Rosa Quintana, Neizan e Izan conquistaron a la audiencia con su valentía y determinación.
Durante la entrevista, ambos niños compartieron cómo decidieron emprender esta noble misión. Izan comenzó solo y luego invitó a su amigo Neizan a unirse, creando un equipo imparable.
Su mensaje no solo era de ayuda práctica; también lanzaron una crítica sobre la falta de previsión ante la catástrofe: “Nos podrían haber avisado… Dieron las alarmas cuando ya el agua le llegaba a la gente hasta aquí”, dijo uno de ellos señalándose el pecho. Este comentario resonó profundamente entre los espectadores, quienes vieron en ellos una mezcla de inocencia y sabiduría inusual para su edad.
Un Ejemplo Inspirador para Todos
Lo que hace que la historia de Neizan e Izan sea tan poderosa es su capacidad para inspirar a personas de todas las edades. A pesar de su corta edad, estos niños demostraron una madurez impresionante al ponerse al servicio de su comunidad en uno de los momentos más difíciles. No solo ayudaron físicamente con provisiones, sino que también ofrecieron un mensaje esperanzador: “Nunca os rindáis y ayudad a vuestros padres, abuelos y amigos”.
Este acto desinteresado les ha valido el reconocimiento público. Ana Rosa Quintana les prometió un viaje a Disneyland como recompensa por su admirable labor cuando las condiciones lo permitan. Este gesto simboliza el profundo impacto que han tenido en todos aquellos que han seguido su historia.